jueves, 8 de diciembre de 2011

LA CANCIÓN DE ACHIKWAYRA, nuestro amigo Thomas Evellin, desde Francia, nos envió esta hermosa canción hecha poema.

La canción de Achikwayra


Para Daniel Cotrina y
los niños de Puyllucana
Thomas Evellin



Sopla el viento dulce del amanecer
en lo alto de la loma que da al valle.
Un día más.
Detrás de la tapia,
a unos pasos de la plaza,
susurran los lápices
historias íntimas.
Vidas y muertes,
risas y sueños,
perros amarillos
y soles verdes.
Los colores de Rimbaud
en los mares blancos de papel.
Las trenzas de las mujeres,
sus faldas, campanas negras
que suenan al caminar,
sus sombreros y sus manos.
La casa, el patio, el camino
y las ventanillas de los ancestros.
Allá, a lo lejos, crece la gran ciudad.
Allá, abajo, se agita la gente.
Más allá de la sierra,
la luz rojiza del anochecer
dibuja largas sombras hacia el oriente.
Miles de luciérnagas en la noche
velan sobre los niños de Puyllucana.
En la noche, en la oscuridad del taller,
bailan los campesinas
al son de las campanadas,
ladran los perros amarillos
bajo soles verdes y lunas de plata.
Un pájaro de pico azul
posado en un nopal
silva una canción de cuna,
la canción de Achikwayra.

viernes, 21 de octubre de 2011

El arte como un espacio de creación, disfrute y sobre todo como un medio imprescindible en la contribución a la afirmación de la identidad cultural

Por: Vilma Rodríguez Chihuán
La decisión estaba tomada, y la emoción algo controlada, pues retornaba a Cajamarca, tras veinte años, desde aquella maravillosa oportunidad, allá por los noventas, donde tuve mi primera experiencia en educación popular, fue mi primer acercamiento con las Rondas Campesinas de Cajamarca y realicé una Tesis sobre mitos y leyendas de Bambamarca, vivencias que sumaron a mi aprendizaje y fortalecieron el deleite y valoración de nuestra identidad cultural.

La vida, como siempre sabia, ponía el “tiempo y espacio” exactos, y sobre todo personajes y situaciones que me volvían a conectar con Cajamarca. Mi sobrino José Carlos Artista Plástico participaría en un Concurso Nacional de Pintura a realizarse en Cajabamba, y andábamos ubicando contactos para que lo apoyen, ya que era su primera vez en esta región. Fue así como, una amiga común, Begoña Dorronsoro me contactó con el pintor cajamarquino Daniel Cotrina, a quien ella conocía desde años atrás. Hecho esto quedó agendado el momento de ubicarle y poder conocerle.

Llegado el día, enrumbábamos junto al Pintor Daniel Cotrina hacia Baños del Inca a la comunidad de Puyllucana. En este viaje me acompañaba una amiga Verónica Morante, quien también quedaría encantada de esta experiencia muy especial.

Bajados del colectivo que nos dejaba a la entrada de Puyllucana, saludaba a mi vista, un personaje amable y vistoso, era el camino que nos llevaba directo al taller de arte, que por supuesto nos hacía pasar por una simpática y colorida placita. Hasta que por fin, el pintor Daniel Cotrina nos abría las puertas de su Taller.

Así como cuando uno mira de frente al sol y se ve cegado por sus rayos, así fue la sensación en el recibimiento de lo que veían mis ojos, pues el primer recinto lo habitaban decenas de dibujos realizados por las niñas y niños que asisten al Taller. Éstos estaban dispuestos a lo largo, ancho y alto de las paredes y te daban la sensación de estar envuelta en un gran papel de colores y formas.

Tres recintos más forman parte de la casa Taller, en dos de ellos donde se guardan materiales de pintura y se realizan muchas veces los trabajos de los participantes. Finalmente está el espacio donde el Pintor Daniel Cotrina se “encierra secreta y abiertamente” para crear sus obras. Caballetes, chisguetes de pintura, oleos por terminar y otros ya terminados que pendían sobre nuestras cabezas y por ende nos daban la bienvenida a este espacio íntimo y público nos dejaban apreciar la creación maravillosa del Pintor.

Sin embargo, llamaba, con voz colorida, nuestra presencia el primer recinto ya visitado, y es que una a una las voces inocentes y lúdicas de los niños que ese día llegaron al Taller a hacer sus dibujos, gratamente nos convocaban. Hasta hoy recuerdo sus gestos, sonrisas y expresiones, los cuales puedo refrescar volviendo a mirar las tomas fotográficas que hice de ellos.

Al volver a recorrer detenidamente, a veces sola con mi mirada y las otras con la guía y voz del Pintor, pude tener el privilegio de “no tener que entender ni racionalizar” cada dibujo observado, desde aquel que presentaba una costumbre, un animal, un baile, una vestimenta y/o paisaje propios del lugar.

Corroboraba así, indiscutiblemente, “el arte es arte” y no tiene necesariamente que estar conminado a transmitir un mensaje explícito determinado sino que en esencia transmitir en el que lo ve la sencilla sensación de placer y disfrute. Eso observaron mis ojos.

Sin embargo, hubo un dibujo que me tocó y detuvo, de esos que te llevan a imaginar, pensar y hasta crear una historia ni bien los ves, pues te dicen mucho, te hablan, te susurran, lo recuerdo aunque me parece que no tenía título.

Éste presentaba a tres ovejas alrededor de una tumba, la cual por cierto estaba rodeada con flores y la típica cruz. Lo que me dejó sorprendida fue que estos tres personajes mencionados parecían entre ellos conversar, como pactar un juramento a hacer algo, y mientras esto sucedía un grupo de Shingos (gallinazos) volaban en el horizonte como cubriendo el pacto jurado en tierra.

Tras esta experiencia había que hacer un alto y breve silencio, y lo hice, me senté a un lado de la sala donde los niños realizaban sus dibujos, y sin hacer esfuerzo alguno “mi saber, hacer y ser” concluían y reafirmaban que en efecto, el arte es arte, es creación y hasta cura. Pues la sensación que produjo el recorrido de cada dibujo y pinturas degustados en el Taller de Puyllucana llegaron a oxigenar mi lado conceptual y racional y hasta el stress que aún podía quedar de la vida en ciudad, de la cual en este retorno tan ansiado a Cajamarca, me estaba escapando.

Soy Vilma Rodríguez Chihuán educadora y activista en derechos y temas de identidad y cultura, quiero expresar mi agradecimiento al Pintor Daniel Cotrina fundador y Director del Centro de Arte Achikwayra por habernos compartido su espacio artístico desde su Taller, espacio que como bien él lo manifestó viene funcionando y resistiendo en su accionar con el apoyo de colaboradores y amigos tanto de la región, del país y fuera de Perú.

Como educadora destaco este maravilloso Taller de Arte como un espacio de creación, disfrute y sobre todo como un medio imprescindible en la contribución a la afirmación de la identidad cultural en nuestros niños y adolescentes, desde el arte.

Junto a ello, este espacio promueve en cada uno de los participantes, desde el que pinta, dibuja y observa cada creación, el ejercicio al derecho del disfrute, de la libertad y la creación. Esta experiencia es invaluable y exitosa, y estoy segura que desde su inicio tiene por rescatar, sistematizar y difundir mucho de lo logrado. Experiencias como ésta son necesarias en las políticas culturales y educativas de nuestros pueblos.
Vilma y Verónica.
Quiero reiterar mi agradecimiento al Pintor y amigo Daniel Cotrina por invitarme a compartir esta nota, y, despedirme de ésta con una última imagen que viene a la retina de mi corazón y pensamiento.

Terminada la sesión libre de dibujo los niños se despedían de nosotros y se iban a sus respectivas casas. Entonces, Daniel Cotrina nos llevaba al mirador desde donde se podía divisar toda la bella y amplia campiña de Cajamarca. Llegados allí y obvio tras tomar varias fotos del paisaje que se dejaba ver acariciado por el hermano sol en esa t
arde, se me ocurrió voltear con dirección hacia donde se ubica la casa que aloja al Taller y me dio la clara sensación, que bajo esos fuertes rayos solares que caían sobre la casa, adentro se encontraba encerrado y feliz el “arco iris” representado en cada uno y todos los colores que quedaban felices, danzando y jugando, animados ni bien el Pintor cerraba con llave la puerta y los dejaba hasta otro encuentro.






Vilma con el artista Cajamarquino Daniel Cotrina observando las pinturas de los niños.

martes, 4 de octubre de 2011

EXPOSICIÓN

Hace algunos días, Verónica Collantes organizó dos exposiciones pictóricas con las obras de los niños, la primera en su parroquia Padre Pio en Oakfield (setiembre) y la segunda en Genesee Community College( primera semana de octubre). Ambas con bastante acogida y mucho éxito por la cantidad de personas que vieron la muestra como por los comentarios y felicitaciones. Esta muestra permite que las personas que asisten aprecien las composiciones llenas de color y vida en las que se expresa la cultura cajamarquina a través de la mirada de los niños.

Con estas exposiciones organizadas por nuestra amiga Verónica iniciamos la proyección del trabajo creativo, de esta nueva etapa en la comunidad de Puyllucana. (.https://picasaweb.google.com/103814058191998203576/Peru2011?authuser=0&authkey=Gv1sRgCOGI47yzudfm-AE&feat=directlink#5657862921460954722)

Exposición Parroquia Padre Pio en Oakfield (New York. EEUU)















































Exposición Genesee Community College































lunes, 26 de septiembre de 2011

jueves, 22 de septiembre de 2011

CORAZONES AMIGOS.

En la foto, los niños/as, del taller junto al equipo del Centro de Arte Achikwayra: Sara, Nolberto, Jorge, Daniel , acompañados de Barbara y Thomas. (fotografías cortesía de Paul)








Thomas y Barbara junto a los materiales artísticos, donados, que utilizan los niños pintores.

Thomas y Barbara, son dos grandes amigos que conocieron del trabajo que realizamos y decidieron cruzar el Atlántico para venir apoyarnos en esta nueva etapa, llegaron con una donación de materiales artísticos recolectados en Francia por los alumnos de Claudine Evellin. Se encargaron con mucho entusiasmo de realizar la convocatoria a los niños de la escuela y colegio de la comunidad, los resultados fueron inmediatos, en la segunda semana teníamos un promedio de 50 niños inscritos y listos para empezar a pintar en nuestros talleres, dentro de los horarios que se establecieron.


Su ayuda ha sido alentadora para el equipo, nos trasmitieron su alegría, perseverancia, como su talento para organizar este nuevo grupo de niños. También invitaron a sus amigos a conocer el Centro y compartir unos momentos con los niños pintores.

Nuestro reconocimiento permanente para Thomas y Barbara por sus enseñanzas y desprendimiento que nos impulsa para continuar con nuestro compromiso de seguir brindando a los niños de Puyllucana espacios para que vivan la creación artística y a nosotros para seguir pintando nuestros sueños.

miércoles, 24 de agosto de 2011

martes, 23 de agosto de 2011

EL COLOR DE LOS MATERIALES






Mostrando los materiales a los niños del taller







Verónica Collantes, una gran amiga de hace muchos años, que sigue de cerca nuestro trabajo, realizó una colecta de materiales de pintura en la Parroquia, Padre Pio Ciudad de Oakfield y Elba New York, destinada a nuestros talleres, con la finalidad de que los niños los puedan utilizar en su creaciones. Tambien nos trajo la colaboración de Richard Food que decidio apoyar al Taller.


El día que nos visitó vino con su hermana, Susana, su esposo, sus tres niños y Eduardo, Verónica quedo gratamente impresionada por la cantidad de niños que asisten, como por las pinturas que estan realizando, además se comprometio a seguir apoyando nuestro trabajo en la comunidad.


En esta nueva etapa la ayuda de Verónica y a través de ella de la parroquia Padre Pio y de Richard Food, son simplemente motivadoras que nos permiten seguir creando y especialmente compartir el arte con los niños de Puyllucana.

ARREGLANDO EL TALLER












Durante los primeras semanas de julio nos dedicamos al arreglo del taller, distribuyendo los espacio. Procuramos en esta oportunidad que la casa muestre todo el arte que hemos hecho en los años anteriores y dejando espacios para el que se realizará. Han sido semanas de gran trabajo pero finalmente se logró y quedo listo para empezar a convocar a los niños de la comunidad y tambien para pintar.

jueves, 7 de julio de 2011

ACHIKWAYRA CENTRO DE ARTE EN PUYLLUCANA











Puyllucana, es una comunidad pequeña ubicada a 30 minutos de la ciudad de Cajamarca, desde sus laderas se aprecia el valle cajamarquino. En esta oportunidad el destino, los colores y motivaciones particulares para impulsar nuevamente nuestro Centro, nos pusieron en este lugar, que además de ser hermoso tiene dentro de su población un numero considerable de niños y jóvenes con quienes se podrá realizar talleres de arte. Para este año tenemos el apoyo de jóvenes voluntarios cajamarquinos que van a compartir la realizaciòn de las creaciones de este grupo de nuevos artistas. Además vienen algunos amigos del extranjero con muchas ganas de ayudar, pronto les estaré comunicando la labor y misión que los trae para apoyar nuestro trabajo.