El sábado 22 de diciembre mientras la tarde caía en Puyllucana, los niños que asisten al Taller llegaban con sus hermanitos, primitos, amiguitos, algunos acompañados de sus padres, atendiendo a nuestra invitación para compartir, como es tradición, la chocolatada que preparamos para celebrar la navidad y el inició de un nuevo año. Estuvieron algunos de nuestros amigos y familiares que vinieron para apoyar, con su ayuda se pudo atender a todos los invitados con chocolate caliente, galletas, quesos, panetones y algunos dulces que brindamos en el calor de nuestro Centro.
El 2012 ha sido un buen año para nuestra creación que fluyo buscando sus propios caminos en los cuales ha madurado, desde nuestra perspectiva, creciendo como parte de un proceso que continua permanentemente en una búsqueda constante con los colores, la técnica, los conceptos, el espacio inmenso del lienzo al que hemos arremetido para sacarle nuevas composiciones que se estuvieron exponiendo en Cajamarca, Chiclayo, Piura, Ecuador. Mientras resolviamos nuestros propios problemas plásticos y participando en diversas actividades culturales, los niños venían al Taller para coger una hoja reciclada, lápices de colores, plumones, crayolas con las cuales de manera espontánea y lúdica pintaban sus pequeñas vidas, luego se iban a sus casas para volver al día siguiente o simplemente cuando ellos lo decidian porque así es el taller no tiene horario establecido ni reglas que seguir, es un espacio abierto y una oportunidad en la comunidad para que los niños
desborden su imaginario sin mayores compromisos.
El 2012 volvimos a ganar el concurso internacional de la UNESCO, tambien ha sido el año en el que nos han visitado grandes amigos a los que no hemos visto hace mucho tiempo, su visita permitió hacerles conocer el Centro y la manera persistente como mantenemos nuestra propuesta y apuesta por el arte cajamarquino.
Reafirmamos nuestro compromiso con la comunidad de Puyllucana donde seguiremos creando más pinturas y a la vez abriendo las puertas del taller para los niños, de la manera como decidimos hacerlo desde que iniciamos, manteniendo el perfil que nos ha caracterizado.