lunes, 31 de marzo de 2014

A CREAR EN SANTA BARBARA

 
 
Primera obra  de creación colectiva.
 
Comenzar el año, con un cambio, ha sido  para los que integramos el Centro de Arte Achikwayra,  el inicio  de una nueva etapa, luego de haber  estado tres años  compartiendo con los  niños de Puyllucana,  bella y apacible comunidad,  donde pudimos  recrear con colores y formas  el imaginario de los niños  que  durante   las tardes  hicieron  que  el taller se ilumine con sus sonrisas,  colores, e imágenes  que  quedaron  plasmadas  en  nuestra memoria como en  la de los pequeños artistas. Son numerosas las experiencias con las que nos quedaremos  y  estamos seguros que  a los niños  la vivencia  artística  que han  tenido en  este tiempo  marcará  su vida. 
 
 
Nos trasladamos  a la comunidad de Santa Bárbara  ubicada en el valle de Cajamarca,   como otras comunidades  ha crecido  demográficamente con una considerable población de niños y jóvenes en su mayoría de origen rural  que están  viviendo el proceso de urbanización acelerada que esta sufriendo   el distrito de Cajamarca.
 
 
Es   una nueva experiencia que  en esta oportunidad  la va  ha dirigir el  joven artista Wilder Limay, que vive en la comunidad donde ha implementado su taller  en el que  realiza su trabajo  creativo profesional.  Él va ha compartir  su experiencia como artista dando un espacio para que los niños  con ganas de dibujar y  pintar asistan por las tardes para  crear  bajo su  orientación.  Siempre que iniciamos un taller  lo hacemos sobre el cumulo de cosas aprendidas en las comunidades en las que hemos estado, sin embargo  el artista responsable  le imprime su estilo personal  enriqueciendo y aportando  en el  proceso de    la creación infantil  que en esta oportunidad  se centra en los niños y jóvenes  de Santa Bárbara.
 
La creatividad de los niños  es  sorprendentemente rica y desborda  siempre las  expectativas que se tienen, especialmente  cuando se aprecia  como los niños  recrean sus formas fuertemente expresivas en el espacio plástico  donde el color  ilumina  su percepción del mundo y su vida  que  plasma en cada una de las creaciones  que realiza.  El  artista, en nuestra propuesta,  comparte   su taller, pero no  queda solo en eso sino que se convierte en  el motor que  impulsa anima el  desborde creativo  sin esquematizar  la creación motivando siempre a la experimentación de los materiales, el  color, de las formas a partir de temas  personales vinculados a la comunidad. De esta manera posibilita una creación  artística  impregnada del espíritu libre de los niños  llevándoles a explorar sus propios mundos. En esta interrelación artista profesional y  niño artista  se complementan dos maneras de  abordar la creación que  se  influyen mutuamente  favoreciendo  la  creación de ambos.
  
Comenzando la creación
Primer grupo de niños, listos para empezar  en el taller.