juegos de achikwayra
LOS NIÑOS i LOS TROMPOS, LAS NIÑAS i LOS YASES
Es realmente maravilloso lo que viene haciendo el Centro de Arte Achickwayra con los niños de diversos sectores rurales de la provincia de Cajamarca. Antes nos sorprendieron con sus dibujos i pinturas, ahora lo hacen con el candor de sus juegos. Yases i trompos, niñas i niños, todos comparten sus juegos con alegría i aprenden a aprender, a socializar i a mantener juegos extendidos a lo largo i ancho de la geografía. Las atribuciones de género han querido que sea así, pero he visto a niñas jugar trompos i derrotar a sus rivales hombres. Yo no era buen jugador de trompos ni de yases, pero sí de chanitos.
El 22 de noviembre, en la comunidad de Santa Bárbara, nuestros amigos artistas de Achikwayra se lucieron con la organización porque saben que el juego ayuda al desarrollo infantil. Estoi seguro que con maestros así yo habría aprendido rápidamente. Al amauta Arguedas le encantaba este juego i a mí me encantaba el onomatopéyico nombre quechua de zumbayllu que él mismo prefería usar. Los españoles le llaman peonza, pero no juegan tanto ni tan bien como nuestros niños de la sierra.
Todos estos testimonios fotográficos se los debemos al pintor i fotógrafo Jose Luis Chavez Tejada, a él, a Manuel Limay i a Daniel Cotrina, de ACHIKWAYRA CENTRO DE ARTE nuestras felicitaciones.
A ver si nuestros seguidores de este grupo recuerdan i escriben en los comentarios los nombres de la variedades de trompos, fabricantes, de las cuerdas, de las chapitas, de los estilashos, de las jugadas que se hacían con estos artefactos. (Daniel Saenz More)
LOS NIÑOS i LOS TROMPOS, LAS NIÑAS i LOS YASES
Es realmente maravilloso lo que viene haciendo el Centro de Arte Achickwayra con los niños de diversos sectores rurales de la provincia de Cajamarca. Antes nos sorprendieron con sus dibujos i pinturas, ahora lo hacen con el candor de sus juegos. Yases i trompos, niñas i niños, todos comparten sus juegos con alegría i aprenden a aprender, a socializar i a mantener juegos extendidos a lo largo i ancho de la geografía. Las atribuciones de género han querido que sea así, pero he visto a niñas jugar trompos i derrotar a sus rivales hombres. Yo no era buen jugador de trompos ni de yases, pero sí de chanitos.
El 22 de noviembre, en la comunidad de Santa Bárbara, nuestros amigos artistas de Achikwayra se lucieron con la organización porque saben que el juego ayuda al desarrollo infantil. Estoi seguro que con maestros así yo habría aprendido rápidamente. Al amauta Arguedas le encantaba este juego i a mí me encantaba el onomatopéyico nombre quechua de zumbayllu que él mismo prefería usar. Los españoles le llaman peonza, pero no juegan tanto ni tan bien como nuestros niños de la sierra.
Todos estos testimonios fotográficos se los debemos al pintor i fotógrafo Jose Luis Chavez Tejada, a él, a Manuel Limay i a Daniel Cotrina, de ACHIKWAYRA CENTRO DE ARTE nuestras felicitaciones.
A ver si nuestros seguidores de este grupo recuerdan i escriben en los comentarios los nombres de la variedades de trompos, fabricantes, de las cuerdas, de las chapitas, de los estilashos, de las jugadas que se hacían con estos artefactos. (Daniel Saenz More)
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